jueves, 1 de abril de 2010

Julio Migno

Julio Migno:

Así como José Pedroni, usaba activamente la poesía para darle nombre y existencia real al paisaje de su provincia. Rescatando las atmósferas particulares de la llanura santafesina, el caráu con su grito de alma en pena, la garza blanca hierática en una sola pata, el sauce que sangra herido a orillas del Salado, desde la montaña madre hasta la pampa del gringo; fijando para siempre en la memoria colectiva los nombres de muchos pequeños héroes suizos, franceses, alemanes e italianos, protagonistas de la colonización agrícola del pago santafesino. Julio Migno, pintará con palabras la costa santafesina, sus habitantes, el Paraná y sus islas.
', '
Don Julio Bruno Migno Parera, nació en San Javier "en la tierra de mocovíes", como solía decir, el 6 de octubre de 1915, habiendo manifestado desde su infancia una vocación literaria dedicada especialmente a los valores regionales.
Desde su niñez convivió con los descendientes de los indígenas de la última reducción que existió en la República Argentina, en lugares agrestes en la zona del cántaro, en el postergado nordeste de nuestro país.
“Soy de tus islas un timbó cualquiera;
y en tus zanjones, curupí a los vientos;
sauce embrujado de cualquier barranca,
y un llanto colorado entre tus ceibos,
y soy, por una herencia de la suerte,
con mi lanza en la voz, sanjavielero”

Cursó sus estudios secundarios en el Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe, a los 16 años escribió su primer libro "A los nuestros" -muy pocos lo conocen- dedicado a Félix Villasur Gutiérrez, un condiscípulo suyo fallecido en el histórico establecimiento educativo de los jesuitas.
En 1943 publicó su primera obra de aliento "Amargas", donde se revela un poeta profundamente conmovido por el paisaje indígena de su terruño y la idiosincrasia de su gente.

“Con tener una “muda” pa esperar las aclaradas,
unos cuantos “baratos” p’ahumar sus cavilaciones,
un retacito ‘e tiempo pa enyenarlo de sueños,
una chinita dulce y un parejero a campo,
se daba por cantento...”

Cuatro años después le siguió "Yerbagüena, el mielero", libro que marca el momento clave en su carrera literaria; su personaje, un imaginario cantor hijo del pago, mereció un elogioso comentario de la BBC de Londres, que la compara con la obra mística de Bunyan.

“Timbó, laurel, curupí,
lindos ceibales en flor,
pago del indio mocobí
San Javier donde nací
no hay otra tierra mejor.”

Asimismo, "Chira Molina" en 1952, presenta el testimonio desgarrado de un paisano valiente e incomprendido, víctima de la injusticia.


“Así es, amigo don Chira:
Al indio qu’echa una suerte
se la da güelta el destino,
y grita “¡culo!” la suerte
y se le réi juerte, juerte,
en la cancha del camino.”


Dos décadas después, en 1972, Migno Parera editó "Michiquises", con dos recopilaciones antológicas: "Cardos y Estrellas" y "De Palo a Pique", donde señala la madurez del canto en el ciclo criollo; a la vez que la culminación del mismo. Se encuentran en la obra numerosas de sus más popularizadas poesías, entre ellas, "Versos pal negro y guitarra", "Romance del indio gringo", "El Hondazo", "La flauta de Paiki", "Versos al indio que llevo" y "San Francisco Javier".


“La noche se le jué encima
y ansí nació aquel moreno,
que tenía rosas y estrellas
en la punta de los dedos.”
(en Michiquises)

“Son puro corazón, lustrosos de años;
quemaos de abajo hasta besar la tierra.
Quebracho, ñandubay y coronillo
de palo a pique en procesión se cierran.”
(en De Palo a Pique)

Don Julio Bruno Migno Parera fue un ejemplo cabal del escritor y poeta que ha puesto su pluma y su corazón al servicio de los más caros valores del terruño, trabajando siempre en favor de la libertad, la democracia y en defensa de su región Litoral, con dimensión universal. El 5 de diciembre de 1993 en la ciudad de Santa Fe el poeta sanjavierino emprendió su último vuelo.
...........................
Pájaros
Pájaro el canto que vuela
pájara el ala que canta;
¡dichosos son los que tienen
un cielo y una esperanza,
y los que saben volar
con un canto en la garganta!
Canoero viejo

Canoero viejo, crioyo del pago
que por caminos de marejadas
quebrada el ala de tu sombrero por una brisa
te vas bogando...
Canoero viejo sentao a popa
con tu escopeta de un solo caño,
que en los temblores de las variyas
prendés el ojo con el fijazo...
Canoero viejo que andás en ancas
de tiempos gënos y tiempos malos,
que ponés curvas de sentimientos
cuando no hay otras, de taco a taco...
Silgador triste de la esperanza,
nubero bravo que vas yevando
rumbiando a estreyas, pa la ranchada,
una provista pa la patrona
y unas masitas pa los muchachos...
Canoero viejo que en los zanjones
cuando se cansan los juertes brazos
tirás el grito p´al horisonte
como un chuchazo...

Espinelero de media noche
que jugás risas a los remansos,
y vistiás de humo las mosquitadas
y a perdigones, yacaresiando,
te hacés silencio, cayás la pala
sobre las cintas de los arroyos del lindo pago...

¡No andés tan solo canoero viejo,
yo te convido con unos tragos,
con mi guitarra pa entretenerte,
mientras rezonga mi mate amargo...
mi mate amargo...!

Canoero viejo, crioyo del pago
que por caminos de marejadas
quebrada el ala de tu sombrero por una brisa
te vas bogando...
Sos tan islero,
sos tan baquiano,
que cuando yegue t´último viaje,
sobre la popa de tu canoa
por los sanjones desconocidos
dormido y todo, canoero viejo
te irás paliando...

Canoero gaucho, tu embarcación,
yeve esta güelta por los sanjones sanjavieleros
una provista del corazón...

Julio Migno
...........................

Si tenés cachorro

En este punto se oyó
suspiro de hembra en la rueda
y a la voz de su patrón
secretiándole las cuerdas:
“Si tenés cachorro,
esperá que crezca
pa' verlo costero,
rumbeador pa' el pago,
mocobí enterito,
y esperá que cambie
su voz pa' que cante:
no hay en todo el mundo pago como el mío,
porque hay esperanzas
en todos sus montes
y cielos estrellas
toldando sus nidos;
porque sus zanjones
cantan cuando lloran,
lloran cuando cantan
sus rezos en indio.
No hay en todo el mundo
Pago como el mío...

Si tene´s cachorro
-Dios te lo conserve-
llevalo a tu río;
tocá su moyera
con agua fresquita
pa' darle bautismo,
y busca dos guenos
cantores del pago
y hacelos padrinos;
que ella sea calandria;
costera orgullosa
con miel en el pico,
y él, zorzal islero
payador matrero
bien sanjavierino.
Si tenés cachorro
-Dios te lo conserve-
llevalo a tu río;
tiralo de panza
por los arenales;
del pelo en las aguas
de golpe sumilo;
tumbalo de oreja
sobre las corrientes
pa' que oiga el canto indio
y hacé que su mano
s' estire a la estrella
y el ojo al lucero saliendo del nido
Si tenés cachorro
-suerte del destino-
que sepa al hermano
mirar con cariño;
que arda en la querencia
como un trafoguero;
que sea aguay altivo
de raíz en las islas
con sombras pa' tuitos;
pa' que cuando vaya
pa' las capitales
no te lo encandile
cualquier lucerito,
pa' que no se tiente
con bailes extraños
quebrando caderas
con el hembrerío.
¡Que aprienda guitarra¡
que lleve pañueloo
de galleta al cuello;
que chamamesée
pegando alaridos;
que sea tape puro
de golpe en la boca,
costero derecho,
mocobí enterito,
de esos que al cacique
de raza dijunta
le alzaron la lanza
quebrando su punta
pa' hacer sus cuchillos.
Que firuletée
con las acordeonas;
que a "latagá" puro
se le queme el pecho;
qu' encienda de noche
su todo escondido
p' hacer un incendio
cada madrugada
y ansí, amanecido,
que se espine a lo hombre,
que suba barrancas
y robe esperanzas
pa' echarlas cantando
sobre el lomo 'el río...
Que fije pacuses;
que popée en el taco
del timbó más gaucho;
que cruce en agnada
por el Veroncito;
que trence un asiento
su mano embrujada;
que robe a l'avispa
l'azuca del pecho
de un ceibo florido,
y que entrampe nutrias
y que chifle polkas
y coma capincho...
Si tenés cachorro,
que la carne 'e potro
le engrase el hocico;
que ase los macases;
que abra por el lomo
los sábalos gordos
alzaos en horquetas
sobre el braserío.
¡Que grite en paisano¡
Que asiente a chiflidos
las garzas ariscas,
que baile con chinas,
que torée milicos,
que a boca cerrada
llame yacareses
y que a bola de uno
les pegue en el "caique"
pa' que panza arriba
boyen en el río...

Si tenés cachorro,
con punta de lanza
marcale la frente;
con ala 'e paloma
y a miel de panales
cruzale la boca
los oídos y el pecho
diciéndole: hijo mío
doblá la rodilla
de frente a tu río;
rezá con tu padre
la oración costera
de los pagos indios;
juro ser un tape
de los de alarido;
juro ser un ceibo
pal manso conmigo;
juro ser arroyo
pa' canoa en apuros,
tigre pal contrario;
zorzal pal amigo,
y entrar a la muerte
como entre a la vida:
de vincha y de lanza,
¡bien sanjavierino!...

Dios te lo conserve
si tenés cachorro,
porque es una suerte
vivir floreciendo...

Julio Migno
...........................
Romance del Indio gringo

El indio tenía una china
celosa a más no poder;
en cuanto había viento norte
no le daba de comer.

Cuando él llegaba a las casas
pa dentrarle al locro guacho,
ya la china se lo había
comido con los muchachos.

De las juntadas del máiz,
de maní y el algodón,
llegaba lustroso el indio
y con plata a discreción.

Se empezaba a entumecer
y flaco de cuerpo y plata,
otra vez cardo y cicuta
por culpa´e la china ingrata.

La china tenía poder
en yuyo y trapo rezao;
el indio jué a verlo al cura
pero no dió resultao.

Le pegó pa la farmacia
y el " botica " muerto´e risa
le dijo: ! lo que le falta
es una güena paliza !

Se le prendió al latagá
y desmaneó la sin hueso,
pero ella, con la conversa
le ganó a medio pescuezo:

" Ya ´tás desgraciao demás,
nos tenés abandonaos;
no tráis un par de alpargatas
ni cortesito jloriao !"
"! No se te puede ni hablar,
´tas demás adotorao !"
..! date con pueglera blanca
con tal que quedés callao ".

El indio tenía una flauta
pa entretención y sosiego:
"! Que tanto tocando´e balde !"
- le dijo - y se la echó al fuego.

De cuatro gurises, uno
salió de pelo dudao;
ganándole ella el tirón
ansí se lo había achacao:
"! Tanto saludar la gringa
me has enrubiao la tropilla !"
( el indio tragó el carozo
duro para ser semilla ).

Cuando la china le dijo:
"! yo no te queriendo máj !"
él se lo contó a la flauta
y la flauta al latagá.
" Tontoyogos ", " sarandises "
y " bravos ", en soledad,
la cáida ´el sol esperaron
pa lanciarlo sin piedad.

Se jué cuando ya la noche
se le hizo negra demás.
Un caminito de sangre
dejó la flauta en su andar,
hasta que un día de tantos
en una juntada ´e máiz,
vido una mazorca rubia
junto a su pecho asomar;
ojos azules llorando
lágrimas de hiel y sal,
boca tajeada en un: "! Pagre !"
y en el medio del maizal,
llenó su bolsa nochera
con sol de felicidad.

Mocoví firme, adelante,
y mocoví rubio, atrás;
en el medio iba la flauta
dele cantar y cantar.

Misterios tiene la sangre
que náides puede explicar.
Gringo se lo dió la vida,
Gringo lo viene a cuartiar.
! Cuasi con la noche encima
le vuelve el sol a brillar !

Miel lechigüana en la flauta
y un mocoví conversar:
"! Patrón… pa dos indios puros,
dos vasos de latagá !"

Julio Migno

1 comentario: