jueves, 1 de abril de 2010

Javier La Paz

Javier La Paz y su Conjunto | Somos una generacion Ivoti




La década del 80 fue testigo de uno de los éxitos más importantes que tuvo la historia del chamamé, la aparición del Conjunto Ivoti desde los pagos de Ceres al norte de Santa Fe (véase el Chamamezazo escrito por Gustavo Machado en ediciones anteriores de Santa Fe Nativa). Esta experiencia que complemento el proceso de nacionalización de la música del litoral que había llevado adelante tiempo atrás el maestro Tarrago Ros, tal vez por su carácter popular, tal vez por sostener una identidad chamamecera mas vinculada a la provincia de Santa Fe, tal vez por ser tarragoceros, dividió aguas entre difusores y cultores de nuestra música chamamecera en detractores y admiradores de este proceso, que dejara su impronta en la música chamamecera y en el estilo mas popular que el chamamé tiene. Algún día se tendrá que reconocer la importancia y la magnitud del éxito que tuvo Ivoti y la influencia que ejerció sobre todo en el estilo tarragocero, si bien el tiempo permitió superar absurdos sectarismos en nuestra música existen resabios que siguen vigentes.





Sin embargo, la fuerza de Ivoti radica en la aceptación del público chamamecero que sustento este éxito masivo. Para quienes tenemos entre 30 y 50 años y nos gusta el chamamé dicho conjunto es referencia ineludible. No es casualidad que el virtuoso acordeonista entrerriano Sergio Pinget, cuando tenía tres años con una caja de cartón que simulaba ser un acordeón imaginario trataba de imitar al acordeonista de Ivoti (19/2/2009 Revista Federal) o que frente a frente Javier La Paz, este entrerriano al que hoy le dedicamos este articulo sin ruborizarse después de intercambiar ideas sobre el chamamé afirme “somos una generación Ivoti”.

Javier La Paz nace en Villa Paranacito, departamento de Ibicuy provincia de Entre Ríos. Desde muy chico conoció el chamamé pues su abuelo como buen hombre de campo se lo inculco a través de el acordeón verdulera que muchas veces Javier escucho vibrar en el pecho de este curtido hombre de campo. Cuando tenía tan solo diez años comienza sus estudios musicales, se recibe de profesor de teoría y solfeo y cuando estaba por recibirse de profesor de acordeón decide abandonar sus estudios sistemáticos e incursiona en la música chamamecera, poco antes encontrábamos a Javier tocando rancheras, pasó doble y tangos. Hasta que alguna vez escucho alguna vez los avances que presentaban el nuevo trabajo del Conjunto Ivoti “Hay Chamamé Para Rato” que determino su vocación musical.

La música para aquellos que sienten el llamado en el corazón y el alma provoca sentimientos fuertes que cambian su historia de vida, es así como su dedicación cada vez mas acentuada, su presencia permanente en los escenarios chamameceros van ocupando un lugar cada vez mas importante en su vida y casi sin darse cuenta abandona sus estudios secundarios en quinto año de la escuela industrial en vísperas a transformarse en maestro mayor de obras. Es así como lo encontramos armando su primer conjunto musical con segunda acordeón, cantor y glosas. Aparece su primer trabajo discográfico “Recordando al Pago” dando cuenta de un estilo tarragocero que desde entonces marcara su derrotero musical. Por ese entonces, no contaba con un trabajo fijo lo que hacia que su vida transcurriera entre Buenos Aires y su Entre Ríos natal. Por ese entonces se iba prefigurando su trayectoria musical y formación como músico caracterizada por su fanatismo por el Conjunto Ivoti. El fanatismo por dicho conjunto lo llevo a guardar siempre expectativas por la presentación del conjunto en Buenos Aires y como un verdadero fanático acompañar sus giras cuando visitaban el área de influencia de donde estaba residiendo.

Gracias a una familia conocida de los Pagos de San Miguel provincia de Buenos Aires donde los integrantes de Ivoti visitaban cuando venían a los pagos de bonaerense logra conocer a sus ídolos en forma mas intima. Al poco tiempo da cuenta que visitan una parrilla en los pagos de Garín a cinco cuadras de su casa, esto hace mas frecuente los encuentros y se fue afianzando la amistad con los integrantes del conjunto que derivara en una invitación hecha por Juan Carlos Mansilla a recitar en el escenario con Ivoti, a la participación del tape Juan Chazarretta haciendo las veces de segunda acordeón en el segundo trabajo discográfico de Javier La Paz y su conjunto que se titulara “Probando La Suerte” , y la posterior participación como glosista en los primeros trabajos de Los Integrantes ex Ivoti bajo la dirección de Juan Chazarretta titulado “Copando la Parada” y “Seguimos Apostando”.

Luego integra el Conjunto Litoral que conto con la participación de Ramón Lezcano y Rubén Valenzuela, cantores históricos del Conjunto Ivoti. Dicho conjunto dejo documentado un trabajo discográfico titulado “Desde Abajo” tuvo la estelar participación de Juan Carlos Mansilla –director artístico y musical del Conjunto Ivoti- en glosas en dos temas musicales.

Recuerda con mucha nostalgia su paso por Ceres, por Tostado, por Selva provincia de Santa Fe donde vivió toda su etapa en la que conformo las filas de Los Integrantes, se sorprende por el caudal inagotable de músicos que existen en la región y se asombra por el virtuosismo de Néstor Maldonado a quien conoció en esos tiempos.

Su actualidad musical muestra un retorno a sus orígenes, se presenta en los escenarios como Javier La Paz y su conjunto, donde se da el lujo de contar entre los integrantes con Rubén Valenzuela uno de los integrantes fundadores de Ivoti, además cuenta con la participación de Daniel Cuevas en acordeón tres hileras –fanático de Antonio Arballo y Andrés Cañete-, con Miguel Ángel Trejo en glosa quien participo en el recordado conjunto “Pito y los de Lugones”. Juntos preparan un nuevo trabajo discográfico que tiene como titulo “Pa Adelante Seguimos Nomas”.

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