martes, 30 de marzo de 2010

Simon Paredes


¿QUIÉN ES SIMON PAREDES?

“Si no lo veo no lo creo”, fue mi primer pensamiento al oirle decir que ya lleva compuestos más de 5000!!temas folklóricos nacionales y latinoamericanos, además de tangos y otros ritmos… Y lo ví!!!

A pocos kilómetros de la ciudad de Bialet Massé, en la provincia de Córdoba, subiendo unas 10 cuadras por las sierras del barrio Balcón del Lago, en un lugar tan natural como el nombre de sus calles, está “El Rancho de Simón”, donde vive el santafesino Simón Paredes, nacido en San Martín de las Escobas.
Pinturas murales con motivos aborígenes en el exterior, y ya adentro, innumerables frases escritas en las paredes, con diversos colores; como ejemplo valga ésta (que me dio pie a la primera pregunta): “LA VIDA ES UN PROYECTO”
INDIA ORTIZ- ¿Por qué creés que “la vida es un proyecto”?
SIMON PAREDES- Porque es algo que se construye todos los días…es como andar un camino. Para mí es un proyecto: uno se marca una meta y la va cambiando en su medida
Eso es lo que pienso.
I.O.- Después de observar la gran cantidad de carpetas Nº 3 llenas de poesías, surge una intriga: ¿Cuándo comenzaste a escribir?
S.P.- Creo que comencé a escribir desde que aprendí en la escuela primaria, aunque ya hacía versos desde antes: a los 6 años. Me acuerdo de que la primera letra de canción que hice fue escrita en el reverso de la libreta de primer grado (de la Escuela Nac.Nº 205, de Capilla de San Antonio). Era una chacarera, que puede decirse que era de protesta porque hablaba de la diferencia entre ricos y pobres. Se me perdió. Nunca traté ni de recordarla, solo me acuerdo de que era sobre eso.
I.O.- ¿Y con la guitarra cómo comienza la historia?
S.P.- Empecé a agarrarla y a querer sacar algo a los 7 u 8 años. También de muy chico porque estaba la guitarra que era de mi abuelo. Además tuve un hermano mayor que también tocaba la guitarra. Empecé y aprendí solo pero renegando mucho porque no tenía ningún conocimiento técnico, ni nada.
I.O.- ¿Y cómo hiciste con loss tonos de la guitarra?
S.P.- A partir de un tono que sabía que era “2”, los empecé a numerar, así que cuando escribía una melodía, buscaba un tono, y a partir de ahí, empecé a ponerle número a la familia de tonos, hasta que, como a los 25 años me enteré de cómo se llamaban esos tonos que yo había “descubierto”. Entonces, algunos compañeros y amigos que tocaban la guitarra, o estaban aprendiendo y sabían, me pasaron algunos nombres, pero en realidad, aprendí todo lo que es tonalidad, alrededor de los 32 cuando fui a practicar un poco de teclado. Ahí ví lo que más o menos ya sabía, y seguí aprendiendo mucho más. Ya se me hizo más fácil, aunque siempre solo con mi guitarra.
I.O.- ¿Cuándo tuviste tu primer guitarra?
S.P.- Se la compré a un entrerriano: Don Juan Retamoso, quien, cuando pude juntar la plata, me la quiso regalar, pero no acepté y se la pagué. Yo ya tenía 18 años y trabajaba en la estancia El Buen Retiro, de San Martín de las Escobas. Por todo esto, recomiendo a aquel que le guste la guitarra, que vaya a aprender lo básico. Si tiene capacidad va a continuar aprendiendo, porque solo, se pierde mucho tiempo, se malgasta mucho tiempo.
I.O.- ¿Y lo del canto, cómo fue?
S.P.- Buscando sonidos y viendo otros guitarreros, porque vivía en un lugar en donde había vecinos que también tocaban la guitarra y así fui aprendiendo hasta que empecé a cantar. Cantaba muy mal. Cantaba siempre cuando estaba solo. …No podía acompañarme: si tocaba la guitarra no podía cantar, y de tanto renegar pude. Entonces es cuando arranco cantando lo que yo escribía, ya que la única forma de que no notaran tanto los defectos era que yo cantara canciones desconocidas, así a la gente a lo mejor le gustaba la letra, aunque la cantara mal. Y al no tener con qué comparar, al público le gustaba, lo hiciera bien o mal.
I.O.- ¿Conservás todos los temas que escribiste?
S.P.- Los conservé durante mucho tiempo. Ahora estoy corrigiéndolos y algo estoy desechando, pero sí, los fui guardando todos. Algunos eran malos pero igual los conservé.
I.O.- ¿Y cuál fue tu criterio para desechar un tema?
S.P.- Que…por ejemplo, yo escribía un tema y cuando a los 10 años empezaba a cantarlo, entonces, si ese tema tenía vigencia a pesar del tiempo transcurrido, era porque lo que decía seguía siendo importante. Escribía mucho sobre las situaciones que me pasaban o las vivencias que yo tenía, entonces, a veces, pasado un tiempo esa canción no tenía más sentido. Y de tanto escribir, es como que vas aprendiendo y, siempre comparando con lo que escriben otros autores y porqué esa canción le gustaba a la gente, porqué le prestaba atención, porqué tenía sentido. Creo que fui mi mayor crítico.
I.O.- ¿Y había algún momento especial del día en que te inspirabas?
S.P.- No. No había un momento especial. Siempre coincidía con los momentos libres que yo tenía, aunque siempre andaba con papel y lápiz en el bolsillo, porque si andaba, por ejemplo, arando la chacra y se me ocurría algo, empezaba a cantar sobre una melodía y surgían estrofas y las escribía. Al principio las memorizaba (dice sonriendo). A veces, a lo mejor hacía 2 canciones, o 3 en el día y después ya no las podía recordar…se me olvidaba alguna parte, entonces las empecé a escribir y eso me ayudaba porque terminaba de hacer una y, a la hora, a lo mejor ya estaba empezando a hacer otra y me podía olvidar tranquilamente de la otra porque ya la había escrito. Después, leyendo la letra ya sabía la melodía otra vez.
I.O.- Me imagino que en la cantidad de obras que has escrito tocarás toda clase de temas ¿no?
S.P.- Sí. Porque también tienen que ver con la edad, con el tiempo, con cada etapa mía. Yo empecé escuchando música folklórica y tango, pero después, escuché otro tipo de canciones, entonces iba agregando distintos ritmos de acuerdo a la edad que yo tenía. Empecé cantándole a la naturaleza pero después fui abarcando más: cualquier problema o situación vivida fue motivo para que hiciera una canción. También me sirvió como terapia porque podía sacar de adentro muchas cosas que a veces no estaban bien. Al hacer una canción canalizaba todo eso. Si bien también he escrito sobre el amor, algo que siempre me tocó mucho fue la parte social. Si bien no me tocó vivir en la miseria ni en la pobreza extrema, fui testigo de muchas situaciones de injusticia vivida por mucha gente que no tiene qué comer, que vive mal, entonces eran temas que siempre me daban vuelta y me ponía a escribir sobre eso.
I.O.- En lo laboral ¿a qué te has dedicado?
S.P.- De hecho, por haber nacido en el campo, hice todos los trabajos de allí, desde ser tambero…fui hachero, fui alambrador, amansador de caballos. Hice todas las tareas de campo durante 35 años más o menos, después me fui a vivir a un pueblo y empecé a trabajar en la construcción, que es en lo que sigo hasta ahora.
I.O.- ¿Y desde cuando estás en Córdoba?
S.P.- Vine muy chico desde San Martín de las Escobas y a los 18 años se me ocurrió volver a conocer mi pueblo, así que hice más de 200 km. en sulki y me quedé un tiempo a trabajar ahí. Después volví a Córdoba a trabajar en el campo.

IO.- ¿Porqué recién ahora, después de tanto tiempo de almacenar temas, comenzaste a grabarlos y a registrarlos?
S.P.- Siempre escribí por una necesidad de hacerlo. Siempre pensé que en algún momento me iba a dedicar especialmente a esto, pero no me puse un límite de tiempo y se fueron dando ciertas condiciones. Siempre estuve relacionado con la música, porque, además bailaba folklore, entonces continuaba haciéndolo por amor al arte. Ahora me puse a pensar que no tengo una profesión o un título como para vivir un poco mejor, entonces pensé que esto de la música podía ser mi profesión para cuando ya no pueda trabajar como peón de albañil y conocí una persona, hace muchos años, que, precisamente es la que me está ayudando ahora a difundir esto. Alguien que entiende del tema, le gusta lo que hago, entonces me sirve porque también me critica mucho pero es gracias a su ayuda que me he decidido, por lo menos, a hacer conocer todo lo que he hecho, más allá de que pueda o no vivir de esto.
I.O.- ¿Y cómo te está yendo ahora? ¿En qué lugares has actuado?
S.P.- Ahora estoy viviendo en Bialet Massé, muy cerquita de Cosquín y he actuado en las peñas de Jimena Figueroa Reyes, de Carlos Piela, del Centro Cultural Enrique Brizio, del grupo Ceibo y en La Tempranera de Natalio Fernandez. El año pasado grabé mi primer demo con algunos temas para darlo a conocer a solistas o grupos que quieran interpretarlos, de hecho, si hubiera tenido intérpretes para mis temas ni siquiera me hubiera puesto a cantar. Veo que mis temas son bailados por la gente, pedidos…empiezo realmente a creer que lo que hago no es malo (vuelve a reir). La gente no se anima mucho a cantar temas desconocidos pero como descubrí que yo mismo puedo cantarlos y que gustan, lo voy a seguir haciendo.
I.O.- ¿Y hay algunos cantores que te hayan ofrecido cantar tus temas?
S.P.- Sí. Hay quienes se han enterado de lo que hago y algunos me han prometido grabar unos temas, como la cantora Gabriela Roldán, por ejemplo.
I.O.- ¿Y cuál es, en este momento, tu principal proyecto?
S.P.- Mi principal proyecto sería poder grabar unos demos más, para poder difundir lo que hago y seguir entrando en todas las peñas posibles para darlos a conocer.
I.O.- ¿Y has participado en certámenes?
S.P.- He sabido participar en algunos pre-Cosquín con Tema Inédito, para ver el nivel que tenía como autor y me fue bastante bien: Llegué hasta la final de Córdoba varias veces y aunque no pude pasar de ahí, pude ver lo que hacían otros compositores.
I.O.- Bueno, Simón, mucha suerte.
S.P. – Gracias.

INDIA ORTIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario