martes, 30 de marzo de 2010

Beto ravelo

Que cante el Beto Ravelo!
Fui a visitarlo a su negocio ubicado en el barrio Oeste, en la ciudad de Tostado, y lo encontré, como siempre, trabajando entre manzanas, tomates, gaseosas, yerba, y todo cuanto se puede encontrar en un almacén de barrio. Me recibió, también como siempre, muy cordialmente y con una sonrisa a flor de labios, y es que él es así, un tipo amable, transparente, constante y tantos otros adjetivos que no cabrían en esta nota. Pero eso lo sabía, y mi visita allí era para conocer un poco mas de la vida de otro cantante local relegado hoy por hoy por las instituciones que prefieren contratar artistas foráneos de igual, o inclusive inferior, calidad que los nuestros.
Acá reflejo entonces algo de la información que el Beto me proporcionó.
Carlos Alberto Ravelo(“Beto”) nació el 24 de Enero de 1949 en la ciudad de Tostado, es el segundo hijo del matrimonio de Juan Carlos y María Nélida Avendaño.
Sus hermanos son Héctor, Nélida, Nora, Miguel, Silvia, José y Darío.
Aunque no hay antecedentes musicales en su familia, él desde muy temprana edad, mas precisamente a los 14 años, comenzó a deleitar a todo el pueblo con su potente voz. En aquella época cantaba las canciones conocidas como “del Club del Clan”, que pertenecían a Palito Ortega, Leo Dan, Violeta Rivas, entre otros.
En el año 1965 ocurre un hecho que cambiaría para siempre el gusto musical de Beto, y es que en ese año surge el cantor de los ojos cerrados, el Chango Nieto, éste salteño poseedor de un estilo muy particular que cautivó a nuestro tostadense convirtiéndose en su seguidor. Lo que permitió que la gente lo bautice como “El Chango Beto Ravelo”. Desde entonces, el folklore se adueñó de su garganta y fue así que empezó a cantar Recuerdo salteño, La gorda, Zamba de mi esperanza y otros tantos clásicos del cancionero popular argentino.
Recién en el año 1976 logra comprar su primer bombo, a un artesano callejero, haciéndose de ésta forma propietario total de todas las noches de peñas del local bailable Sayonara, y de los concursos de cantores organizados en aquel tiempo por los clubes.
En 1990, con todo el reconocimiento de la zona como una de las mejores voces ingresa al conjunto de Luis Zana, donde además de tocar el bombo, interpretaba algunas canciones de manera solista. Con ésta agrupación recorrió casi todo el país presentándose en los festivales más importantes de Buenos Aires(F.Ameghino, Rivadavia), La Pampa(Realicó), Entre Ríos(Hernandarias), Santiago del Estero(Añatuya, La Banda, Río Hondo, Sumampa), Catamarca(Fest..del Poncho).
Como ninguna persona debe estar sola, en 1972, se casa con Edelma Perzlindo, fruto de éste amor nacen Sandra y Leila, que además ya lo han hecho abuelo de 6 nietos.
En cuanto a su actividad laboral, trabajó desde el año 1963 en la firma Almeida Hnos. hasta la quiebra ocurrida en 1994, luego de la cual decide emprender su propio proyecto como “pintor de letras”, letrista. Y mas tarde, en el ´98 vuelve a la atención al cliente con un almacén en el barrio Oeste.
En cuanto a la creación, puedo decir que ha compuesto algunas canciones, pero como musicalmente no posee los conocimientos, dichas composiciones se han ido olvidando. Lo que no se olvida es de sus temas preferidos, que se destacan por las letras y la potencia en el ritmo, como Amor de los manzanares, Del tiempo de mi niñez, El duende azul....
De ésta manera hemos conocido entonces a uno de los artistas tostadenses mas carismáticos y aclamados por el público de toda la región, evidencia de esto es el gran requerimiento durante todos estos años por parte de los clubes, escuelas y cualquier organización que presente un evento artístico, para el cual el Beto siempre estuvo colaborando y aún está dispuesto, tratando siempre de colmar las expectativas del fervoroso público que solicita, requiere y exige...que cante el Beto Ravelo!

Waldo Alvarez

No hay comentarios:

Publicar un comentario