martes, 30 de marzo de 2010

Damian Ibañez


Damian Ibañez | Una evocación al maestro Tarragó en su verdulera

Damián Ibáñez nace en el conurbado bonaerense, en pagos de José León Suárez. De padre Chaqueño y madre bonaerense es un fiel exponente de la influencia que tiene la música del litoral en capital y provincia de Buenos Aires. Desde muy chico aprendió a valorar al chamamé desde distintos músicos, intérpretes y ritmos, en su casa se escuchaban Transito Cocomarola, Damián Sena, Los Hermanos Barrios, y el que más influencia y admiración le generó en su vocación musical, el Rey del Chamamé Don Tarrago Ros.

Desde muy niño soñó con ser músico, con hacer volar en sus manos notas al compás de un acordeón, pero como todos sabemos el acordeón es un instrumento caro, lo que postergo su sueño de ser acordeonista. Sin embargo su vacación musical era fuerte comenzó a estudiar guitarra. Ya su destino musical y chamamecero estaba trazado, y no era de extrañar que Dios o el destino provocaran el encuentro de Damián Ibáñez y el acordeón. Fue en tierras del chamamé donde se dio este encuentro, mas específicamente en la provincia del Chaco, recuerda como si fuera hoy un monte tupido que no en vano es conocido como impenetrable, un rancho perdido en esa inmensidad vegetal de adobe y paja que era la casa de un tío que era portador de un tesoro que para el tenia un valor incalculable: un acordeón de tres hileras. Casi como un juego, comenzó a buscar melodías que son parte del alma de un chamamecero en ese teclado que en esa primera experiencia le parecía hostil y que ahora maneja con tanta familiaridad haciendo parecer que no hay diferencia entre hombre y acordeón, que el acordeón es una extensión de su alma. Este es el comienzo del idilio de Damián Ibáñez y el acordeón.

Aguicho

Galleta Collera


Su tío le encomienda que viaje a Buenos Aires y compre un acordeón para él, esto le permitió saciar su curiosidad, conocer instrumentos, marcas, y características especiales. Hasta que un día tal vez el menos pensado y por un hecho fortuito llega su primer acordeón. La opción no era muy fácil, tenia que elegir entre su viaje de egresado o el acordeón, casi sin pensarlo vendió su viaje y puedo comprar un acordeón a piano.

Comienza su carrera musical en conjuntos en la que la mayoría de los integrantes era santiagueño donde predominaba un chamamé caracterizado por la velocidad. Poco después de ingresar al conjunto Horizonte Entreriano encuentra una valoración mayor por el estilo primario del chamamé maceta mirando con mas curiosidad la primera etapa de Tarrago Ros, lo cual permite realizar un redescubrimiento de la obra del Rey del Chamamé, que generara fuerte influencia en su trayectoria musical.

Si bien su primer acordeón fue un acordeón a piano, y también es común verlo con un acordeón tres hileras en las portadas de los trabajos discográficos de Horizonte Entrerriano, su opción a la hora de pensar su carrera musical es el acordeón verdulera. Cuando uno le pregunta por la razón que la vida lo llevo a optar por este instrumento que a primera vista parece limitado, el tarda en responder, piensa y dice “me gustan los instrumentos chicos por el sonido que tienen…es difícil ser un músico profesional con un acordeón verdulera porque es un instrumento sencillo y limitado, eso hace que sea mas difícil las cosas”. En cambio yo ensayo explicaciones distintas que surgen a la hora de escuchar a Damián Ibáñez, pienso en su fascinación por el maestro Tarrago Ros y la importancia que los bajos que son tan característicos de la verdulera, también pienso en la delicadeza de su mano izquierda que parece ser su sello distintivo de Damián Ibáñez, y como es posible que se destaque esas características en esos ocho bajos que la verdulera acentúa con fuerza como en ningún otro acordeón. Cuando le pregunto a Damián Ibáñez sobre la certeza de mis respuestas conjeturales, con la simpleza que lo característica me contesta “puede ser… no lo había pensado”. Tal vez la historia de Damián Ibáñez y su verdulera es una historia de amor que entrecruza muchas pasiones (el chamamé, el maestro Tarrago, el acordeón) y como toda historia de amor no tiene explicaciones posibles y si las tiene no se puede acceder a través de los designios de la razón.

Damián Ibáñez cuenta con dos materiales discográficos, el primero es una producción independiente titulado “Por Los Caminos Del Chamamé” que conto con la participación de músicos como Alberto Moyano, Luis Quirco recorre un repertorio caracterizado por obras clásicas del Rey como “A Curuzu Cuatia”, “Alpargata Tuya” y Don Gualberto entre tantos otros temas. Su ultimo material discográfico se titula “Chamamé Con Verdulera” fue grabado en estudio Coda para el sello Tecno Disk con la producción de Aníbal Toledo. Participan Walter Martínez, Valentín García, Jesús Aguirre, Alfredo Velázquez y la participación especial en glosas de Antonio Tarrago Ros.

En casi seis años de trayectoria Damián Ibáñez conoció el escenarios de grandes festivales, estuvo en el Festival de Corrientes, Festival de la Democracia en Hasenkamp, Festival de la Guitarra en Echagüe Entre Ríos, con las cien acordeones tarragoceras de la mano de Antonio Tarrago Ros visito Cosquin, y asistió al gran festival chamamecero que se realizo en el Luna Park así como también fue músico invitado en el Acto Por La Imposición del Nombre Edgar Estigarribia a la Escuela Secundaria Numero 20 que se realizo en el salón de Actos del Congreso Nacional. Su carrera musical transcurre a paso lento y seguro y poco a poco logra el reconocimiento en peñas y bailantas de Capital Federal y Gran Buenos Aires. A su sólida formación musical –pues es un músico formado en el Conservatorio de San Martín- se agrega su trabajo de maestro de acordeón formando una gran cantidad de jóvenes, niños y adultos dando cuenta que el chamamé y el estilo tarragocero tiene futuro.

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